19 noviembre 2025

Los guardianes de los dragones: Bioparc Fuengirola, referente en la conservación de reptiles

Bioparc Fuengirola participa activamente en los Programas Europeos de Especies en Peligro (EEP), colaborando con instituciones científicas y zoológicos de todo el continente. Gracias a este trabajo conjunto, el parque mantiene poblaciones sanas y genéticamente valiosas de especies tan singulares como el varano esmeralda (Varanus prasinus), el varano verde o el protagonista de esta nota: el imponente dragón de Komodo (Varanus komodoensis).

En un rincón de la Costa del Sol, donde el visitante se sumerge en selvas tropicales recreadas con precisión biológica, late un trabajo silencioso y constante. Bioparc Fuengirola, reconocido por su compromiso con la conservación de especies amenazadas, se ha convertido en un referente europeo en el manejo, bienestar y reproducción del dragón de Komodo (Varanus komodoensis), el mayor reptil del planeta.

Recientemente, la Asociación Ibérica de Cuidadores de Animales Salvajes (AICAS) ha publicado una entrevista y artículo técnico en el que Milagros Robledo, responsable de Herpetología de Bioparc Fuengirola, detalla el trabajo diario de cuidado, observación y enriquecimiento ambiental que requiere esta especie. Sus palabras reflejan una filosofía que combina conocimiento científico, sensibilidad y dedicación: un modelo de bienestar animal que inspira a otros centros zoológicos europeos.

En este texto, Robledo comparte la complejidad de atender a un reptil que puede superar los tres metros y los setenta kilos de peso, pero que también necesita estímulos, rutinas de entrenamiento médico y espacios que respeten su comportamiento natural. “El bienestar animal no se basa solo en cubrir sus necesidades básicas, sino en ofrecerles oportunidades para expresar comportamientos naturales.” explica.

La conservación como misión y vínculo humano

Bajo su dirección, el equipo de Herpetología ha conseguido hitos impensables hace apenas unos años, como entrenamientos médicos cooperativos en reptiles, la realización de ecografías sin necesidad de sedación o la adaptación de instalaciones para reproducir las condiciones exactas de sus hábitats naturales.

Milagros Robledo habla de la conexión que surge con cada individuo y del poder de la educación para cambiar percepciones. “Cuidar de un reptil es entender su ritmo, no imponer el nuestro”, afirma, recordando que transformar la mirada del público hacia ellos es tan importante como lograr su reproducción científica.

En Bioparc, la conservación va mucho más allá de lo que ve el visitante. Cada proyecto forma parte de un esfuerzo global para garantizar la supervivencia de especies amenazadas y para cambiar la percepción social hacia ellas. “Los reptiles no suelen despertar ternura, y sin embargo su papel ecológico es decisivo. Educar para comprenderlos es una de las formas más efectivas de protegerlos”, insiste Robledo.

Bioparc Fuengirola participa activamente en los Programas Europeos de Especies en Peligro (EEP), colaborando con instituciones científicas y zoológicos de todo el continente. Gracias a este trabajo conjunto, el parque mantiene poblaciones sanas y genéticamente valiosas de especies tan singulares como el varano esmeralda (Varanus prasinus), el varano verde o el protagonista de esta nota: el imponente dragón de Komodo (Varanus komodoensis).

Un nacimiento que marcó un antes y un después

El 2023 marcó un punto de inflexión: Bioparc Fuengirola logró el nacimiento de cinco dragones de Komodo —Juanito, Fénix, Embum, Drakaris y Saya—, el primero en una década en España y uno de los pocos casos registrados en Europa. El éxito fue fruto de años de observación y planificación, que incluyeron el seguimiento clínico de la hembra, la incubación controlada y un diseño ambiental minucioso.

Hoy, cuatro de aquellas crías continúan desarrollándose con normalidad bajo la supervisión del equipo técnico. Juanito, el más pequeño, falleció poco después del nacimiento debido a problemas de desarrollo, recordando la complejidad y delicadeza de este proceso. Cada individuo que crece con éxito representa un avance para la conservación de la especie, de la que quedan apenas unos 1.500 ejemplares en libertad.

Cada nacimiento es una victoria para la especie, pero también un recordatorio de lo frágil El trabajo de Bioparc Fuengirola con el dragón de Komodo va más allá de la exhibición: es una labor constante de observación, registro y adaptación. Los cuidadores aplican protocolos de manejo positivo, mediante los cuales los animales colaboran voluntariamente en exploraciones médicas, revisiones o movimientos de recinto. Esta metodología reduce el estrés y mejora la calidad de vida de los ejemplares, reforzando la confianza entre el animal y su cuidador.

El parque participa activamente en el Programa Europeo de Especies en Peligro (EEP) del dragón de Komodo, un esfuerzo conjunto entre zoológicos acreditados que busca garantizar poblaciones genéticamente sanas y promover la investigación científica. En este contexto, la experiencia de Bioparc Fuengirola se ha convertido en un referente en materia de bienestar y reproducción, demostrando que la ciencia y la empatía pueden ir de la mano.

 

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