El hipopótamo pigmeo y su ‘sudor de sangre’ como factor de protección, en BIOPARC Fuengirola

En peligro de extinción desde 2006, el hipopótamo pigmeo es la especie de hipopótamo más desconocida y peculiar de las dos que habitan el planeta. Es diez veces más pequeña que su popular primo el hipopótamo común al que todo el mundo conoce, el cual alcanza los 4 metros, mientras que el pigmeo tan solo 1,5 metros. Según los registros de la UICN, no quedan más de 2.500 ejemplares en libertad de este mamífero.

BIOPARC Fuengirola se suma a la conmemoración, este 15 de febrero, del Día Mundial del Hipopótamo dando a conocer algunas de sus peculiaridades y mostrando el trabajo que el equipo de Zoología desarrolla para garantizar el bienestar de Liberia y Alban, la pareja que habita en BIOPARC Fuengirola.

La leyenda por la que creían que los hipopótamos “sudaban sangre”

A diferencia de la mayoría de los mamíferos, tanto humanos como hipopótamos tienen la piel desnuda, casi sin pelo y, por lo tanto, sensible al sol. Esto hace que la sudoración juegue un papel esencial en la protección del órgano más grande del cuerpo: la piel.

En el caso del hipopótamo, este exuda una especie de líquido rosado conocido popularmente como ‘sudor de sangre’. Durante mucho tiempo y según cuentan antiguas leyendas egipcias, estos animales sudaban sangre y esta mala interpretación dio lugar a las sangrías médicas, práctica que se extendió hasta finales del siglo XIX, momento en el que se comprobó que esta sustancia no tenía nada que ver con la sangre.

Esta sustancia aceitosa que segrega defiende la piel del hipopótamo de agentes externos y actúa como factor de protección. Se genera en diferentes cantidades a lo largo del año, por lo que estos mamíferos requieren de ayuda extraordinaria, necesidad que cubren los cuidadores de BIOPARC Fuengirola.

«El cuidador debe conocer muy bien a este animal, como especie y como individuo. Es la única manera de darse cuenta de que algo no va completamente bien como, por ejemplo, el estado de la delicada piel de los hipopótamos», explica Antonio Garrucho, responsable de Zoología de BIOPARC Fuengirola.

Tanto la piel de Liberia como la de Alban necesitan hidratación y, casi a diario, los cuidadores aplican vaselina líquida. Esta aplicación se realiza sin que estos hipopótamos pigmeos sufran estrés gracias al continuo entrenamiento que realizan con ellos, a través de refuerzos positivos en los que premian al animal tras lograr realizar este cuidado.

Hipopótamo pigmeo, una especie en peligro de extinción

El hipopótamo pigmeo es una especie catalogada por la UICN como ‘En Peligro’ de extinción. Sus hábitos solitarios, junto a la caza furtiva y a la pérdida progresiva de hábitat a la que está sometida la especie, amenazan su conservación.

El hipopótamo pigmeo no solo es mucho más pequeño que el hipopótamo común, sino que es mucho más raro. En la actualidad habita de forma muy segregada en áreas concretas de Sierra Leona, Costa de Marfil, Golfo de Guinea y Liberia. Como herbívoro tímido y nocturno, el hipopótamo pigmeo eludió la ciencia occidental hasta 1840. Hasta entonces se creía que esta especie era un mito. Incluso hoy en día, se sabe poco sobre sus hábitos en su hábitat nativo.

BIOPARC Fuengirola lleva más de 20 años trabajando en la protección de esta especie, bajo la coordinación de la EAZA en el EEP del hipopótamo pigmeo.

BIOPARC Fuengirola