La rana toro africana es una de las ranas de mayor tamaño, pudiendo alcanzar unos 20 cm de longitud y 2 Kg de peso. Destaca por su cuerpo robusto, con cabeza y boca anchas y voluminosas. Su coloración es generalmente verde oliva, aunque presenta tonos amarillentos, marrones o anaranjados. El tamaño de los machos suele ser muy superior al de las hembras, algo no muy frecuente en estas especies.
Pasa la mayor parte del día enterrada, esperando a que alguna presa pase por su lado para capturarla. Sus patas posteriores cuentan con unos tubérculos que le permiten cavar, y su mandíbula inferior cuenta con dos protuberancias en forma de colmillo. Se trata de una especie muy voraz que se alimenta de insectos, pequeños pájaros, reptiles, roedores, e incluso otros anfibios.
Su reproducción está ligada a la época de lluvias, momento en el que los machos abandonan su escondite y acuden a las zonas de agua. Tras la cópula, la hembra libera miles de huevos que son fecundados poco después por el macho. Si el charco donde se encuentran los huevos se seca, el macho es capaz de abrir nuevos canales que comuniquen con charcas próximas para que no les falte el agua. Sus poblaciones se ven afectadas por la urbanización, y su carne es muy apreciada en ciertos lugares.