BIOPARC FUENGIROLA ÚNICO EN SU ESPECIE

BIOPARC Fuengirola abandera un nuevo modelo de parque de animales basado en el respeto a la naturaleza y la preservación de sus especies, un modelo que ya se ha convertido en referente a nivel europeo.

Hablar de BIOPARC Fuengirola es referirse a un concepto diferente, un parque en el que los animales conviven en una recreación de su hábitat natural que favorece su desarrollo a todos los niveles. Visitarlo es adentrarse en un auténtico documental sobre los más profundos bosques tropicales de Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático y las islas del Indo-Pacífico.

BIOPARC Fuengirola se caracteriza, entre otras cosas, por su diseño arquitectónico denominado zoo-inmersión, que sumerge al visitante en el entorno del animal. Todo el parque está pensado para envolver a quien pasea por él en una recreación del hábitat de donde proceden los animales.

Hay una solución de continuidad entre el espacio físico que ocupa el público y el que ocupa el animal, con el objetivo de transmitir parte de la magia que supone recorrer el bosque y descubrir a sus habitantes.

La visita a nuestras instalaciones se convierte en un auténtico recorrido por lugares tan remotos como Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático y las islas del Indo-Pacífico, donde se abre una ventana a un mundo mágico y ofrece a todos los residentes y visitantes de la Costa del Sol una extraordinaria recreación de este ecosistema, donde la vegetación y los elementos de agua son constantes.

En 1998, el antiguo y pequeño zoo abierto al público en los años 70 se encontraba en un estado lamentable. Había sido concebido 30 años antes como un clásico recinto de jaulas y corrales y fue creciendo caóticamente en paralelo al desarrollo urbano de la ciudad. Ni su estética ni las condiciones de vida de los animales eran aceptables.

En diciembre de 1998, Rain Forest obtuvo la concesión del antiguo parque, llevando a cabo en él una radical transformación y creando el primer parque íntegramente diseñado bajo el vanguardista concepto de zoo-inmersión.

Aprovechando el envidiable clima de la Costa del Sol y teniendo en cuenta el reducido tamaño de los terrenos disponibles, se eligió reproducir en el nuevo parque un único ecosistema: los bosques tropicales. La vegetación subtropical que crece en la costa malagueña sirvió para recrear los bosques tropicales lluviosos de Madagascar, África Ecuatorial, el Sudeste Asiático y, más recientemente, las islas del Indo-Pacífico.

Un equipo de arquitectos, constructores, escultores, pintores y jardineros se pusieron manos a la obra para llevar a la realidad los diseños visionarios.

Durante dos años se transformó por completo la cara del parque. Desaparecieron todas las vallas y edificios, surgieron ríos y cascadas, cuevas, valles y rocas. El pequeño tamaño del terreno fue todo un reto. Se construyeron establos subterráneos, profundos cañones y jardines elevados con el fin de evitar la visión de los edificios adyacentes. Así, el parque creció verticalmente y se consiguió crear la impresión de estar en un entorno mayor.

Un gran paso en esta etapa fue cuando se empezaron a introducir los animales en sus nuevos entornos. Y sin duda, el más significativo de todos fue la introducción de chimpancés.

El parque mantenía e incluso reproducía a estos inteligentes primates, casi desde sus orígenes, en jaulas insalubres, aislados o en parejas. Con los años habían desarrollado comportamientos estereotipados y totalmente anómalos, como el infanticidio. Durante dos años los cuidadores y técnicos del parque habían conseguido crear una unidad social más o menos estable con cinco de los seis animales existentes. El día que salieron a explorar el nuevo territorio, su vida cambió para siempre. Por primera vez caminaban sobre hierba, tocaban plantas, corrían, se podían ocultar unos de otros…Por primera vez podían comportarse como chimpancés.

En Junio de 2001, el nuevo Fuengirola Zoo abrió sus puertas al público, cambiando el concepto de zoo en España y Europa, rompiendo definitivamente con la imagen de barrote y hormigón, estableciendo un precedente ineludible para futuros planteamientos.

El 25 de marzo de 2010, el Zoo de Fuengirola cambió su nombre por el de BIOPARC Fuengirola. El motivo de este cambio ha respondido a la unión con su parque hermano, BIOPARC Valencia, y a la creación, a partir de los dos parques, de la Fundación Instituto del Trópico, cuyo fin es promover la preservación de los bosques tropicales, de sus especies animales y vegetales, así como de las culturas, pueblos y gentes que lo habitan.

Con ese cambio de marca, ahora más que nunca, se mantiene y potencia su filosofía y los principios de conservación animal que hacen único a este parque en España.